jueves, 31 de marzo de 2005
Río desbocado
A veces somos como un río en el deshielo: arrasamos lo que se nos pone por delante, rompemos barreras, pasamos por encima de muros...
miércoles, 30 de marzo de 2005
Mártires
martes, 29 de marzo de 2005
Escalera hacia el cielo
lunes, 28 de marzo de 2005
domingo, 27 de marzo de 2005
sábado, 26 de marzo de 2005
Solo un poco más
miércoles, 23 de marzo de 2005
Ventana
Hay veces en que abrimos nuestra ventana a un desconocido sin saber muy bien por qué. Quizás sentimos que ha sabido mover nuestro pomo o nuestra cerradura y nos ha sabido abrir. Otras veces necesitamos de su luz. Porque sentimos que somos en función de la luz que recibimos y que somos capaces de reflejar.
martes, 22 de marzo de 2005
Pequeños
sábado, 19 de marzo de 2005
Rojo
Espere a comprar, por favor. Relájese. Piense si realmente quiere comprarlo. ¿Se va a arrepentir de no haber dicho que no a esa señorita tan simpática y tan amable que le atendió? ¿Necesita urgentemente ese deshuesador de aceitunas eléctrico o puede pasar sin él? ¿Considera imprescindible ese molde de cocina para preparar unas tortitas que no va a cocinar en su vida? ¡Cuanto tarda en ponerse verde el semáforo...!
viernes, 18 de marzo de 2005
Balcón a Boggiero
En una calle de Zaragoza tan larga, tan estrecha y tan céntrica como Boggiero (casi doscientos números que se recorren en diez minutos), te encuentras estampas que parecen sacadas de algún barrio de las afueras donde la gente vive de espaldas a la ciudad. Es fácil ver en verano algún abuelo que toma la fresca en el patio interior de la casa, y por la noche sacan a la calle las sillas para charlar un rato. También encuentras balcones con flores. Como este.
miércoles, 16 de marzo de 2005
Bares
A veces pienso en la cantidad de horas que he pasado en bares de todo tipo con gente de diferente clase y estilo. Unos sólo quieren charlar en el sitio que sea, algunos que tenga un ambiente determinado, otros que haya tías... Quedas con un amigo y ya sabes que no le gusta ir a un tipo de bares, que le gustan tranquilos y estando sentados a ser posible en la parte más lejana de la barra. Otro pondrá pegas a la música o al tipo de gente. Hay quien le encantará ver buen género femenino y será lo único que busque. A veces la decoración hará que alguien se sienta especialmente a gusto, o tal vez haya una especialidad que haga las delicias de los que estemos allí, pero siempre serán nuestros lugares de encuentro.
martes, 15 de marzo de 2005
Maniquí
Hay veces que tienes la sensación de estar hablando con un maniquí. Tiene la mirada fría, concentrada en algo distante y con la apariencia de haber desconectado hace rato de lo que estás diciendo. Está claro que no le interesas. Tiene que aparentar cortesía, pero no puede. Está pensando en otras cosas y se abstrae. Tal vez sea un maniquí. O no.
domingo, 13 de marzo de 2005
Amor universal
Hay veces en que miramos hacia arriba y pensamos que, sobre el orbe celestial, hay un hacedor universal que dispone de todas las vidas y cosas de esta tierra. En la religión cristiana se habla del misterio de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Padre y el Hijo, que son ambos Amor, tienen una relación de Amor entre ellos que es el Espíritu Santo. Entonces todo consiste en que nos creamos realmente que el Amor existe. Pero que nos lo creamos, claro.
sábado, 12 de marzo de 2005
Puertas
Andando por la calle Alfonso de Zaragoza me he encontrado con esta bonita puerta. Los cánones de belleza actuales optan por otras líneas y formás más abstractas, pero yo me he sentido muy atraido por esta puerta en cuanto la he visto. Sus delicadas figuras trabajadas con pulcritud y esmero me hacen pensar en el artesano que labró la madera para sacarlas a la luz. Tal vez sean un poco realistas, pero me siguen gustando. Estas puertas suelen dar entrada a pisos soberbios, aunque muchos de ellos han sido troceados en diminutas oficinas que, eso sí, están tremendamente céntricas. Cuando traspasas una de estas puertas para ir a una oficina no sabes lo que te vas a encontrar. Hay veces que te abren una bella puerta de entrada que da paso a un espacio con horribles mamparas de aluminio y cristal, con muebles metálicos grises de oficina antigua que te encogen el corazón que te dilató aquella puerta. Con algunas personas me ha pasado lo mismo. Hay bellas apariencias que te invitan a entrar, pero una vez dentro lo único que te apetece es salir. Y seguir paseando.
viernes, 11 de marzo de 2005
jueves, 10 de marzo de 2005
Distintos
Dejas tu patria, tu familia, tus amigos y tus recuerdos y te vienes aquí a buscar un mundo mejor. No somos ni mejores ni peores que tú. Sólo distintos. Como tú. Aquí también te notas distinto. Te encuentras con otros distintos, y en unos te reconoces y en otros no. Los que estábamos antes aquí estamos acostumbrándonos poco a poco a ser distintos también. También hay gente en la que no me reconozco.
miércoles, 9 de marzo de 2005
Lo siento...
martes, 8 de marzo de 2005
Fuerza en el honor
Hoy he necesitado ver de nuevo el comienzo de la película Gladiator, del sabio Riddley Scott. Su música me envuelve y me transporta al fondo de mi mente en un ejercicio de hipnosis, como si de un mantra se tratase.
Los labios cerrados de una joven mujer tararean suavemente una melodía remota que pasa y se aleja. La mano ruda, tosca y muy curtida del guerreado general romano va rozando las crestas de las espigas mientras camina abstraido en sus pensamientos. Cree sentir también leves risas de niños jugando, como la de su hijo en la lejana Hispania. Añora sus campos a punto de cosechar, la llamada de su joven esposa y el ambiente familiar donde descansar. Sus ojos se paran en un minúsculo pajarillo, que despierta su ternura en un momento en el que se siente trasladado a sus lejanas propiedades. Mientras el general lo mira complacido, el pequeño pájaro rompe a volar, despertando en el soldado una sonrisa de infinito regocijo por los breves momentos evocados con los suyos. Mira a su alrededor y vuelve al mundo real. Su gesto cambia al sentir los campos humeantes y arrasados por el yugo del más fuerte, su imperio, que intenta imponer su ley a sangre y fuego. Sólo hay destrucción, y su misión es seguir destruyendo, porque hay que acabar la guerra cuanto antes. Él es una persona con un principio del honor intachable, que combate codo a codo en cada batalla y que es apreciado al máximo por sus soldados y por su césar. Es una persona íntegra y leal, trabajador infatigable en su tarea final como soldado al servicio de su patria: expandir el imperio. Su misión reclama grandes sacrificios en vidas humanas que él tiene que reducir al máximo. En sus filas, claro. Los enemigos son destructores del imperio y tienen que ser aniquilados.
Ahora tenemos a los generales americanos. Una estrategia tomada de una forma u otra puede significar que un soldado, otro y otro pierdan la vida. Que ya no vivan más. Que dejen de existir. Lo malo es que no hay un ejército contrario definido. Si nos atacan comandos apoyados por la población, está claro que son todos culpables. Además muchos no quieren nuestra democracia, que es la mejor del mundo. A ver cuando nos pagan todo lo que nos está costando esta guerra. Además, con el petróleo que nos vendan, podrán rehabilitar y construir los edificios que les hemos destruido en los bombardeos por albergar armas químicas. Bueno, en cuanto nos paguen el armamento de la guerra contra Irán del 88, que eso todavía nos lo deben. Aún se quejarán. ¡Encima que les traemos la democracia!
lunes, 7 de marzo de 2005
Retener la belleza
Hay momentos en los que deseas retener una belleza evocadora en tu mente. Sientes como el tiempo se detiene y tus sentidos se tornan sensibles captadores de sensaciones: sutiles aromas, suaves sonidos, delicados tonos de colores que nos pasan a menudo desapercibidos. Otras veces la belleza pasa por nuestro lado sin que nos percatemos. Estamos demasiado ocupados en nuestras cosas. El tiempo no se ha desconectado.
sábado, 5 de marzo de 2005
Hojas de los recuerdos
Hay veces en que nuestra mente la tenemos llena de hojas, de sucesos placenteros que llenan nuestra existencia, que hacen bonito pero que ya han pasado y no volverán a pasar igual. Sufrimos porque ya no los tenemos y anhelamos los tiempos en los que éramos felices por tenerlos. Luego viene un golpe de viento y se lleva todas las hojas. Nosotros corremos detrás para cogerlas y volver a componer en el suelo un bonito collage. Y mientras, nuestro árbol se va secando. Nos pide agua, pero estamos demasiado ocupados buscando las hojas de los recuerdos. Yo prefiero verlas colgadas del árbol.
jueves, 3 de marzo de 2005
Soto de la Almozara
Han decidido hacer una Expo en Zaragoza junto al río, el Ebro, ése que tenemos tan olvidado pero que lo tomamos como un emblema de todos los aragoneses no sabemos muy bien porqué. La verdad es que por Zaragoza capital tiene rincones encantadores, como este soto de la Almozara de la foto, tomada a finales del otoño. El dar un paseo por él desde el puente hasta detrás del Soto es una experiencia anti-estrés muy recomendable. Por la mañana puedes encontrarte con el precioso vuelo rasante de una garza blanca, un rápido cormorán o una pausada gigüeña. En primavera el paisaje es precioso y para el verano dejan limpia la pradera y se lanzan algunos amantes de la naturaleza a tomar el sol con o sin ropa. Es un rincón desconocido para la mayoría de habitantes de la ciudad. Tal vez no debería darle tanta publicidad. Es mi tesoro...
miércoles, 2 de marzo de 2005
Nostalgia
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