miércoles, 28 de junio de 2006

Luces en la noche




















El día se acaba y las luciérnagas de vidrio y metal iluminan las calles de nuestra ciudad. A veces llegan unas nuevas que, como los murmullos, vienen y se van.

lunes, 26 de junio de 2006

Días




















- Oiga, estemé ¿cuántos trae?
- ¿Perdone?
- Que cuántos trae este mes, ¿treinta o treinta y uno?
- Treinta
- Ah, vale

* Conversación mantenida hoy a las 8 y media de la mañana por la calle con una señora que necesitaba saber cuantos días tiene este mes. Digo yo.

Recepción















El momento de las vacaciones nos invita a relajarnos y descansar. Y si vamos a un alojamiento donde se ocupan de hacernos la habitación entonces deseamos ser bien recibidos y encontrarnos a gusto. Aunque no sea un hotel de lujo podremos ser felices en un lugar agradable y acogedor. Sobre todo si nos reciben con simpatía y cariño.

jueves, 22 de junio de 2006

Esplendor




















Cuando solo cunde la desesperanza un mísero resquicio de luz es capaz de revelar los más grandes tesoros.
Una simple chispa puede poner en marcha el mayor de los motores. Y esa, siempre la tenemos.

martes, 20 de junio de 2006

Tempus fugit




















Puede estar a punto de suceder una catástrofe, tener el tiempo suficiente para remediarla, y quedarte bloqueado sin que tu mente responda.

lunes, 12 de junio de 2006

Refrigerio




















Estos días son muy calurosos para las fechas en las que estamos. Se agradece un refrigerio que rebaje nuestra temperatura
y reduzca nuestra apatía. Un Animeitor on the rocks, por favor.

lunes, 5 de junio de 2006

Luz en el túnel
















Me resulta inquietante encontrar una luz en un túnel que termina bruscamente en una oscuridad. Al mismo tiempo me reconforta encontrar una luz que me anime a penetrar en el mundo de las tinieblas. Mis pasos avanzan hacia una negrura que no es tal. Todo depende de lo que te deje ver el alma.

jueves, 1 de junio de 2006

Vigilante
















Ni en la más ardua de las decencias podría imaginar un corazón tan remiso a la queja, tan esquivo al consuelo y tan indiferente al sentimiento. Se podría decir que es caliza o mármol, una máquina que bombea impulsos y que solo mira por cumplir su tarea. Tal vez tema fallar cuando el destino le prueba. Ni en sueños podría querer tanto.