lunes, 27 de junio de 2005

Eros



El pequeño Eros lanza flechas que logran levantar pasiones por seres maravillosos, anodinos, despreciables o indiferentes con nosotros . Somos capaces de enamorarnos de una proeza, un gesto, una belleza efímera o una cualidad deslumbrante. También de una compañía que evite nuestra soledad, una cuenta corriente que desahogue las estrecheces económicas o una asistenta que nos libre de las labores domésticas. El roce puede que logre el cariño, aunque el amor a veces nunca llega. El amor ciego
te puede llevar a la ruina personal. O a la felicidad completa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que el amor es lo único que puede mover el mundo hacia delante. Eso sí, no nos equivoquemos, no sólo existe el amor erótico. Cuando hablamos de amor, siempre pensamos en el "Eros". Eso es un equívoco.

Me pareció muy adecuado para reflexionar el libro "El arte de amar" de Erich Fromm.

Anónimo dijo...

Siendo que tarde o temprano se recupera la vista, el amor ciego no creo que lleve nunca a la completa felicidad. El "enamoramiento" se pasa y luego queda la persona, a la que se puede aceptar y amar o por el contrario descubrir que sólo veíamos un ideal que no existe.
La mayoría de los fracasos amorosos son causa del propio engaño al que nos sometemos nosotros mismos.

Anónimo dijo...

El amor ideal existe cuando aceptas a la otra persona tal como es y la dejas que viva libre.

Anónimo dijo...

"El amor es el placer
gratuito y sincero
de un juego estremecido,
un poema de pieles "(...)

Lluis Llach.