Nuestro camino a veces se tuerce y gira, asciende y desciende como una noria, nos reta a mantener firme el paso para no caer en el traspiés de la inseguridad, nuestros miedos o el olvido de nosotros mismos. Y, a pesar de todo, seguimos caminando.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
Yo estoy en ello, Kelki, yo sigo caminando y además sigo caminando echando la vista atrás, para no despistarme, aprendiendo de lo pasado y llevando todo lo que me gustó conmigo y sobre todo, llevando a la esperanza de mi mano. Es la que más me ayuda ahora.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar Al andar se hace camino y al volver la vista atras se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar Caminante no hay camino, sino estelas en la mar...
Si no caminamos no se hace camino, no dejamos nada tras nosotros, no tendríamos nada que contar en un futuro: inseguridades, traspiés, caídas... también conforman nuestra vida.
3 comentarios:
Yo estoy en ello, Kelki, yo sigo caminando y además sigo caminando echando la vista atrás, para no despistarme, aprendiendo de lo pasado y llevando todo lo que me gustó conmigo y sobre todo, llevando a la esperanza de mi mano. Es la que más me ayuda ahora.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar
Al andar se hace camino y al volver la vista atras se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino, sino estelas en la mar...
Si no caminamos no se hace camino, no dejamos nada tras nosotros, no tendríamos nada que contar en un futuro: inseguridades, traspiés, caídas... también conforman nuestra vida.
Un saludo
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