domingo, 28 de agosto de 2005

E la nave va
















Inmersos en nuestro acomodo se acercan millones de inmigrantes pidiéndonos refugio. Se asientan en nuestras patrias, nuestras ciudades, nuestras calles, nuestra vida diaria. Muchos están contentos, otros no tanto. A veces vivimos como si no existieran, otras nos incomoda su presencia y raramente nos sentimos cercanos a ellos.
E la nave va

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí el problema sigue siendo tanto "nuestro"...