Hay valientes que saltan al ruedo delante de un toro para torearlo. Otros hacen lo propio con un novillo. Con las vaquillas se animan más y juegan a hacerle requiebros. Para que la gente acabe de perder el miedo sueltan a un mardano, un cordero macho que te dará como mucho un pequeño topetazo. Lo triste de la vida es que te den tantas oportunidades para saltar al ruedo y no quieras aprovecharlas.
1 comentario:
Y que hables tu de "desperdiciar" oportunidades.... jajajaja!!!
Un abrazo :o)
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