viernes, 3 de febrero de 2006

Olivares
















Campo dormido en mis noches de insomnio
te atreves con la llanura fácil
predicas quietud y te vuelves inmóvil
dejas el olivar prendido de una nube
y tus sueños caminan con hilos de tristeza

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso lugar, lleno de paz y silencio.
Un saludo