viernes, 25 de agosto de 2006

Faro
















Dicen que había un hombre tan desorientado en su vida que decidió poner un faro en su casa. Ahora viene mucha gente a visitarlo. Tenía un problema de soledad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Los faros tienen un punto de poesía y de melancolía que otros edificios no tienen. O eso me parece a mí, vaya.
Por aquí por el norte hay gente que compra faros, incluso islas con faros.

Anónimo dijo...

Sí se pudiera solucionar la soledad con un faro!...para mí, hay dos soledades, la interior que hay que aceptar y llevar contigo, la exterior que hay que solucionar con tu pareja, amigos, aficiones y muchas, muchas palabras...Saludos afectuosos.

Anónimo dijo...

Curiosamente, yo tengo un amigo que era simultaneamente el farero de Formentera y compositor de musica clasica contemporanea.
Como iba tanta gente a visitar el faro, especialmente en verano, ahora ya solo es musico.
Ansiaba su solitud.

Cèsar Pasadas dijo...

Los faros son tantas cosas, tanto significado. Quién no pintó, o fotografió uno alguna vez?
Un cordial saludo!