sábado, 12 de agosto de 2006

Ayer




















A veces los momentos parecen trasladados de películas en blanco y negro, de gaseosas de sobre, de vidas como tenían que ser. Había que interpretar los silencios, callar a la injusticia y pensar que se estaba peor ayer. Todavía nos esperan tiempos mejores.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi abuelo conducía uno de esos. No lo llegué a conocer pero cada vez que veo un tranvía o un trolebús, sobre todo en blanco y negro, pienso en él y lo imagino ahí delante. Me gusta.

Javier Burbano dijo...

En Zaragoza circularon durante un tiempo los tranvías y los trolebuses. Los conductores de los tranvías movían mucho un volante que era como un molinillo de café que molía arena gruesa. De vez en cuando pisaban un pedal que hacía sonar una campana como la de los rings de boxeo.
Eran divertidos pero muy lentos.

Ajovin dijo...

En aquella Zaragoza, la gente esperaba al tranvía sin orden. Primero subían las personas mayores, y luego los jóvenes, con independencia del tiempo que llevaras en la parada.
Los conductores eran conocidos y muy amables.
Para solicitar la parada tirabas de una sirga de cuero que recorría en un lateral todo el tranvía y sonaba una campanita.