¿Qué fue de aquellos tiempos, de aquellos lugares, de aquellas risas, de aquellas chanzas? La vida cambia el ánimo cuando puede la soledad. Vence el temor a no encontrar jamás a mi otro yo reflejado en tí, una mirada cómplice o un sueño compartido. Quizá tenga suerte de que mis montañas de melancolía no entierren mi capacidad de asombro por las cosas.
2 comentarios:
todos los días nos asombramos de todo lo que nos rodea.
nostalgia y melancolia son baluartes para escribir.
me ha gustado
saludos
roberto
No dejes nunca que nada ni nadie te quite la capacidad de seguir asombrándote y sorprediéndote.
Si te quitan eso es como si murieras un poco más por dentro.
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