A veces nos quedamos años rumiando nuestros resquemores, frustraciones, odios y limitaciones. Con el tiempo no van a mejorar. Lo mejor es echarlo todo al fuego purificador y dejar madurar nuestras virtudes, iniciativas y posibilidades.
Eso, eso, borrón, cuenta nueva y buen vino, para celebrar todo lo que aprendemos cuando conseguimos tener la grandeza de no anclarnos en lo malo, dar un paso al frente y saltar de nuevo...
Javier, ¡qué alegría! yo quisiera ser la madre de cualquier bodega para que cualquiera nueva vida antes de echarse a andar, se alimentase de mis siglos de sabiduría.
Así son los vinos de Jerez y así son las madres. La mía, al menos.
5 comentarios:
Tal vez si nuestros resqueromres fueran de vino...
Eso, eso, borrón, cuenta nueva y buen vino, para celebrar todo lo que aprendemos cuando conseguimos tener la grandeza de no anclarnos en lo malo, dar un paso al frente y saltar de nuevo...
Javier, ¡qué alegría! yo quisiera ser la madre de cualquier bodega para que cualquiera nueva vida antes de echarse a andar, se alimentase de mis siglos de sabiduría.
Así son los vinos de Jerez y así son las madres. La mía, al menos.
Saludos
¡¡Ay cuánta razón tienes, jomío!!
Besos otoñales,
Sí, aprender a borrar lo malo del pasado, parara poder seguir aprendiendo cosa buenas.
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